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26 de enero de 2017

En mi otro mundo


Un tenue color, como de niebla limpia,
rodea el pedazo de universo que es mi reino.
Colinas rectangulares se abren al paso de mi mirada
y rocas viajeras, bañadas de arco iris,
danzan en el río cristalino.
Un coro de voces, como de aves y niños…
como de brisa susurrando entre los árboles frondosos,
me invita a reconquistar la paz 
que solo encuentro… EN, este, MI OTRO MUNDO.


"Más acá de la magia y de una sexta dimensión, más cerca que los sueños y la fantasía obligada… ¡hay otros mundos para respirar! Y ahora, recostado en mi hoy y mi mañana rememoro cosas viejas, esas cosas que el viento se va llevando con mis años cabalgando sobre ellas. Son mil imágenes… ¡mil recuerdos! y cuando me veo en ellos… siento que a pesar de todo, me gusta ser médico". (Arnaldo Sánchez).

«Este trabajo de antología poética del Dr. Arnaldo Sánchez, médico traumatólogo, del Hospital General de los Valles del Tuy, refleja en versos y ritmos, la expresión de búsquedas y encuentros; desde lo más sencillo hasta lo más complejo. Encuentros de libertad: la fuerza vital y misteriosa que imprime en el hombre el deseo de agarrarse al mundo que lo rodea, una manifestación interior secretamente comprendida. 
El autor utiliza todos los recursos y las formulas necesarias para llevar hasta el lector las ideas de un pensamiento sutil que, sustituye la carga de ansiedad que todos tenemos cuando puertas y ventanas están cerradas a los gritos del alma».


Canción de cuna (A Sebastián)


I
Arrurrú mi niño,
arrurrú mi amor,
eres mi pedazo
de sabana y flor.

II
Arrurrú mi niño
que naciste ayer,
todos los vecinos
ya te quieren ver.

Despierta mi rey
ven a saludar,
y tome su teta
que es de miel y pan.

Yo quiero que seas
un cachorro más,
la gran madre tierra
será tu madrina
y un río con pavones
te va apadrinar.
Garzas y caimanes
Te contemplaran.

III
Arrurrú mi amor
leña de fogón,
el sol y la lluvia
serán tu oración.

Despierta monito
que ya amaneció,
el monte te espera
y el maíz creció.

Juega en la sabana
barro y arenales,
mécete en las ramas
de los chaparrales.

Habla con la risa
da tu corazón,
emprende caminos
oye su canción.

IV
Arrurrú mi niño
jagüey cristalino,
guacamayo al vuelo
luz de mi destino.

Vengase pal’ rancho
que el catire quema,
siéntese a la mesa
que hay frijol y ñema.

La tarde se acerca
y se calma el día,
venaito inquieto
becerrito mío.
Bebe los colores
de llano y estero,
periquito libre
mi osito palmero.

V
Arrurrú mi amor
cocuyo encendido,
busca los luceros
nada se ha perdido.

Cuéntele a su mama
lo que descubrió,
todos los tesoros
que afuera encontró.

No tema la noche
ni la oscuridad,
el búho es amigo
los sapos también.

Llórale a la luna
ella entenderá,
ríe con el viento
que él te guiará.

VI
Arrurrú mi niño
arrurrú mi amor,
eres mi pedazo
de sabana y flor.


Mujer

Mujer de pan… mujer de azúcar
habitante escondida y silenciosa,
del último secreto de mi miedo
con tu sombra dibujada en la penumbra
y una mueca en el hogar de la sonrisa.

Mujer del tiempo primitivo
Conductora de la ronda y el tomate,
delincuente precisa de la tarde
acusada de talar sueños cansados
y mostrar razones apagadas.

Mujer de vino… mujer de miel
abrumada de argumentos inconclusos,
con su pena confundida en el archivo
removiendo la magia de una historia
y tallándole un canto a la rutina.

Mujer de humo y licor dulce…
yo quiero relatarte mi noche.
yo quiero mezclarte en mis sueños
yo quiero encontrarte en la batalla
yo quiero atrapar tu locura
yo quiero danzar tu pensamiento
yo quiero vestir tu profecía
yo quiero reírme con tu risa
yo quiero vagar en tu mirada
yo quiero besar tus cicatrices.

Mujer de barro perfumado…
yo quiero encontrar algunas noches…
¡la mujer de carne y piel caliente! 


Cosas viejas

Mirando las luciérnagas dormidas
que visten la ciudad
mi angustia viaja
de la mano de un recuerdo añejo.

Lo evocado es
un cartel luminoso que me obliga
a buscar un descanso pueril
en la sombra de un gran árbol
pintado de frutos y frescor.

Y enloquecido con la idea de la meta
bordé de prisa mis pasos
y olvidé la mano de mi sombra.

Al andar…
pisoteo simples florecitas
en su danza de polen y colores.
Desprecio a las piedras del camino
e ignoro el dulce canto
que le brindan al amigo.

¿Y sabes?…
nunca encontré al árbol
nunca quise detenerme
a conversar con las flores
o conocer a las piedras.
¡Nunca pude tener tiempo!

Y ahora
recostado en mi hoy y mi mañana
rememoro cosas viejas.
Esas cosas que el tiempo se va llevando
con mis años cabalgando sobre ella.

En mi otro mundo - Arnaldo Sánchez Gómez.
Más acá de la magia
y de una sexta dimensión.
Más cerca que los sueños
y la fantasía obligada…
¡Hay otros mundos para respirar!




Mujer 
Autor, voz y guitarra: Pedro Galindo.
Guitarra y coro: Pedro "PTT" Lizardo (La Misma Gente)
Letra poética: Arnaldo Sánchez Gómez.

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