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11 de enero de 2020

"Mataguaro" y "El Calvareño"



     
Guerra Federal de Venezuela
   Uno de los períodos más trágicos que ha recorrido Venezuela a lo largo de su historia convulsionada es el denominado la Guerra Federal, que comenzó por apetitos desordenados de poder en un  país consumido por un absoluto analfabetismo al que se agregaba además toda suerte de enfermedades y pestes que impedían el crecimiento poblacional, como producto de los defectos y ambiciones que se arrastraban desde el período de la Independencia. El país estaba sumido dentro de una trifulca donde la ley se ejecutaba por la fuerza temerosa del machete.
   Por estos valles tuyeros anduvieron opacos generales de montoneras, como Mariano López, Simón de la Madriz, Natividad Mendoza, Regino del Nogal y el bandido Trinidad González, alias "Mataguaro", quienes pretendieron alentar una insurrección de negros contra blancos. Tinidad González conocido en los medios criminales como "Mataguaro", fue un bandido, que en 1856 se había fugado de la cárcel de  la victoria, y se ocultó en los montes tuyeros para cometer sus fechorías. El hombre y su pandilla se convirtieron en una verdadera pesadilla para la gente acomodada de los pueblos vecinos, quienes pedían ayuda al gobierno diciendo que "mataguaro" tramaba dirigir una insurrección de negros contra los blancos. Y mientras el hambre imperaba por doquier, este facineroso asolaba todo lo que encontraba en los poblados.
   "Mataguaro" era de una presencia horrible que asustaba a cualquiera. En una pelea, se enredó a forcejear con el general conservador José María Zamora, y este de un trabucazo le arrancó, la quijada de abajo y, cuando se disponía a rematarlo, le saltaron encima Críspulo y Wenceslao Medrano junto con Baldomero Pérez y Florindo Lara, para proteger a su jefe "Mataguaro" quien logró escaparse con vida pero sin quijada. Tenía que alimentarse de líquidos, sostenerse la lengua con un pañuelo y recibir el alimento de mano ajena, echado boca arriba. Por fin lo mataron en 1859, asaltando Los Teques, a la cabeza de una guerrilla federal. 


     Hace 174 años, en 1846, es fusilado en la Plaza Bolívar de Caracas, el célebre guerrillero de extracción campesina Rafael Flores, más conocido como El Calvareño, nacido en los Valles del Tuy, estado Miranda y quien, comandando un grupo de campesinos, irrumpe en la vida política nacional con el alzamiento que, en procura de libertad y de desarrollo, protagoniza después de que el Presidente José Tadeo Monagas asume el poder en 1847.
     Su acción lo lleva desde los Valles del Tuy hasta Tejerías, donde se une con partidas sediciosas provenientes de los Valles de Aragua, desde donde se desplazan a sitios cercanos en espera del asalto a Caracas. Apresado por las fuerzas del Gobierno la suerte de Flores fue la muerte, mientras que muchos de sus seguidores fueron condenados a penas físicas y de prisión.Tildado por el Gobierno conservador de “bandido”. El Calvareño se había opuesto al partido conservador y denunciado sus atropellos contra el pueblo este popular guerrillero estaba alzado en protesta por los atropellos de la oligarquía caraqueña.
     En 1846, el Calvareño se proclamó partidario de las ideas democráticas de Antonio Leocadio Guzmán y se alzó en armas en los Valles del Tuy. Entre sus principales demandas se destacaban la libertad de los esclavos y la distribución de tierras entre los campesinos. Después de unas escaramuzas fue detenido por tropas al mando del general Felipe Macero y llevado a proceso, fue acusado de “alzarse en armas para asesinar a la gente industriosa y dar libertad a los esclavos”. Fue condenado a muerte y el Gobierno se negó a conmutarle la pena. La ejecución se llevó a cabo el día 23 de diciembre a las 12 y 20 minutos. Según las leyendas, el Calvareño se mantuvo sereno y sin miedo ante el pelotón de fusilamiento. Durante muchos años, el pueblo lo exaltó en su memoria y cantó la llamada “Canción del Calvareño”, con referencia a sus proclamas revolucionarias.
     El Calvareño bajaba por la quebrada de Chacao a las quebradas de Cagua y las Palomas, reclutando gente y recogiendo municiones de guerra. Acompañándole como segundo al mando, su amigo, José de Jesús Zamora. A éstos se le iban uniendo los esclavos de las haciendas por donde pasaban; a quienes prometían la libertad. Por lo cual dispusieron las autoridades del Tuy, que en las haciendas debían estar, a las 7 de la noche, todos los esclavos y manumisos dentro de sus respectivos repartimientos, y que sólo por un caso urgente podían salir después de dicha orden con una boleta en que se manifestara la causa. También se ordenó a los dueños y mayordomos, que inmediatamente que se fugara algún esclavo o manumiso, dieran parte a las autoridades, con las señales fisonómicas del prófugo para perseguirlo. El 12 de septiembre a la 1 de la tarde fue capturado El Calvareño, con algunos de sus principales compañeros por una guerrilla de caballería de Charallave, auxiliada de un piquete de infantería, comandados por el Coronel Felipe Macero. En la noche del mismo día fue aprehendido en Tácata su amigo, Jesús Zamora, y los subalternos Marcos Arestiguieta, Pío Andrade, José Espinoza y Gregorio Chacín, quienes fueron remitidos presos por el Jefe político del Cantón de Ocumare del Tuy, al Tribunal del mismo, enviándose junto con ellos las diligencias sumarias practicadas por el Juez de Charallave sobre la facción acaudillada por El Calvareño. Encontró el Juez mérito suficiente para proceder contra todos, y libró auto de prisión.

Fuente: http://circulobolivarianofabriciojeda.blogspot.com/2008/12/fusilado-en-la-plaza-de-san-jacinto.html

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